viernes, octubre 23, 2009

Debería educarse a los deportistas profesionales

...Mi actitud es tal que, si me empujas hacia algo que piensas es una
debilidad,
entonces daré vuelta esa debilidad percibida y
la convertiré en una fortaleza...


“Su Majestad” MJ

Columna de opinión de Miguel Romano para "La Nación Deportes"


"Debería educarse a los deportistas profesionales"
Por Miguel Romano

Tarde o temprano en todos los países algo se copia de la NBA. El colorido de las camisetas, la participación de porristas, la animación de mascotas, la abundante información de los tableros electrónicos, la funcionalidad de los estadios. Hasta la misma Federación Internacional (FIBA), que por años ignoró a la liga profesional norteamericana, debió rendirse frente a sus adelantos en la forma de juego. Dejó de dividir en 2 períodos los partidos para hacerlo en 4; redujo el tiempo de posesión del balón de 30 a 24 segundos y pronto extenderá la línea de triples a medidas parecidas a la de la NBA. La intención siempre es mejorar el show y atraer público.

Muchos otros deportes siguen tratando de imitar en el mundo el estilo cuidado, casi perfecto, de los espectáculos montados por la NBA. Una organización que puede tener defectos, pero que sigue siendo ejemplo de éxito en los Estados Unidos aun en medio de la crisis financiera.

Uno los mayores aciertos radica en la imagen que proyectan sus jugadores; la manera en que se los educa o la severidad con que se los sanciona cuando no cumplen con las normas.

A propósito de las groserías escuchadas en nuestro país tras la clasificación de la Argentina para el Mundial de fútbol y la ausencia de un código de ética para deportistas y técnicos o de un educador que los instruya sobre comportamiento mediático, vale destacar lo que hace la NBA.

No sólo sanciona con miles de dólares cualquier insulto, intento de agresión o crítica, sino que obliga a cada jugador a realizar un curso de aprendizaje sobre cuestiones relacionadas con su desempeño profesional. El que no lo hace, no juega.

Durante una semana, cada año, se reúne a todos los basquetbolistas debutantes en Nueva York y se les enseña, por ejemplo, cómo manejarse ante la prensa. Incluye sus movimientos ante las cámaras, gesticulación y muletillas que no debe usar. "La verdad que...", está prohibido. Hasta se los instruye para no repetir palabras, contaba Luis Scola. También, se les enseña cómo tratar a los dirigentes, agentes, hinchas y compañeros. Se les explican sus derechos y obligaciones. Les dan conocimientos sobre medicina y lesiones, y hasta sobre cómo comportarse con las mujeres ocasionales o cómo asegurar sus ahorros.

Para la NBA la buena imagen es elemental y empieza con un respetuoso trato a la prensa, que es el medio indispensable para trascender y mejorar su marketing. Esa es la raíz del éxito de una de las organizaciones deportivas más importantes del mundo... Esto también podríamos copiarlo, ¿no?

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

miro la foto y se me pone la piel de gallina!!!! por Dios, qué ídolo!!!... Pauli.-

el negro dijo...

Estamos tan lejos...de esto y mucha cosas mas. abrazos

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