Otro gran momento del deporte argentino (recordemos que el primero fue el gol de Palermo a river), es el doble sobre el reloj de Emanuel Ginobili frente a Serbia y Montenegro. Fue un final NBA. La selección de basquet tenía la espina clavada por aquella derrota en el mundial frente a, por entonces, Yugoslavia. Años más tarde se vuelven a ver las caras en los juegos olímpicos de Atenas. Recuerdo que al ver entrar la pelota en el aro salté de mi silla y empecé a gritar y aplaudir como loco. IMPRESIONANTE.
Alquien dijo por ahí que la venganza es un plato que se sirve frío...
Merchandising: el muñeco de Manu,
no, ese no, el que venden en USA.
Ta bueno, eh?
El boneco del colorado:
en realidad es Wolkowyski,
en pose de marca, o sea, petrificado.
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