Cashback: El amor después del amor

Me gusta hacer post sobre cine en el blog. Algunos llegan a leerlos, y unos pocos a ver las películas que aparecen publicadas. Pero eso no viene al caso.
Sería aburrido explicar cada recomendación con calificativos pretensiosos, o sumergirme en detalles técnicos propios de la narración cinematográfica. Pero si aparece por el almacén de Losqueti, pienso que vale la pena. Con “Cashback” debo confesar que es una de esas películas que me gustaría, alguna vez, poder hacer. La envidio profundamente.

Hace unos años pude ver esta película en su genuino formato de cortometraje y me fascinó. Con el tiempo escuché que su director tenía pensado transformar esta historia en un largometraje e inmediatamente pensé que lo iba a arruinar. En realidad me apresuré a vaticinar la suerte de su opera prima, porque ésta es una práctica habitual en el mundo del cine (o sea adaptar los cortos, y también apresurarse a criticar). Pero soy de los que piensan que cada historia tiene su tiempo propio (interno), y cada película su tiempo de gestación y vida (contemporáneo). Es decir, toda buena historia está pensada para ser contada en los minutos que sean necesarios, agregar o quitar tiempo solo produciría desequilibrios. Y por otro lado, ¿cuántas ganas tiene alguien de contar lo mismo otra vez?, ¿no hay lugar para nuevas historias? Las películas, también, nacen; crecen; se reproducen (algunas) y mueren. Luego se vuelve a empezar.

Independientemente de lo que pienso, esta práctica (sobre toto en Hollywood) es moneda corriente y no es pecado llevarla a cabo. Pero me preguntaba que iba a hacer su director para prolongar esta historia, ¿iba a echar mano a los clásicos pero efectivos recursos narrativos?, ¿funcionarían esta vez?, ¿sería fiel a su estética?, ¿desmoronaría su pequeña gran película?, ¿o saldría airoso?. Bueno, júzguenlo ustedes mismos, por lo pronto hoy está aquí.

Pero bien, pasemos a lo importante porque ya me siento Carlos Morelli y Rómulo Berrutti juntos en un preámbulo de "Función privada".

Cashback es una película de Sam Ellis, un reconocido fotógrafo de Inglaterra, que incursionó en la dirección cinematográfica con un corto de terror psicológico llamado "Left Turn" (giro a la izquierda) que, al igual que “Cashback”, fue producido por la compañía de Ridley y Tony Scott, "Scott Free". Como fotógrafo, Ellis retrató a Elton John, Takeshi Kitano, Kate Moss, Bryan Ferry, Milla Jovovich, Tim Burton, entre otras tantas luminarias. También realizó videoclips y comerciales para la línea de productos de Jean Paul Gaultier.

Este multipremiado cortometraje también fue nominado al Oscar en el año 2004. En él vemos a un jóven (Ben) como vos, como yo, que intentando matar las horas de insomnio que le provocase el abandono de su novia, consigue trabajo en un hipermercado en el turno noche. Hasta ahí un bajón, ¿verdad? Pero Ben comienza a vivir dentro de una realidad paralela, gobernando su tiempo y el de los demás, apreciando la belleza a su alrededor y su máximo exponente en la tierra: las mujeres. ¿Te gustó ahora?

En algún momento de este año llegará a este bendito país la nueva versión en formato de largometraje pero, para aquellos ansiosos, la pueden conseguir por ahí, ustedes saben.
La versión extendida es diferente, ya que al profundizar algunas cosas (digo cosas para no develar), se transforma.
Una peli que marcha directo a la batea “Tuqui in love”.

A continuación "CASHBACK" (corto subititulado – 17minutos).
Y si te gustó el afiche, en la peli hay más !!!